miércoles, 30 de diciembre de 2009

Por un exitoso 2010

Acaba el año, ya sé que no es ninguna novedad, pero para mí es algo muy especial. No por las celebraciones y demás, si no porque es mi primer año ejerciendo como alcalde. Me siento orgulloso de mi equipo y de sus logros durante este 2009, un año dificilísimo, muy duro. La crisis y los problemas que se han derivado de ella han dejado a demasiadas familias sin recursos, en situaciones precarias que no hubiéramos imaginado hace un par de años. Por ello tenemos que esforzarnos aún más para paliar la dureza de este vendaval.

Los 800 puestos de trabajo que hemos logrado generar entre el desarrollo del PAU-5 y el Plan E son un grano de arena. El desarrollo empresarial que hemos emprendido (PAU-5) nos garantiza una perspectiva de futuro indispensable para Parla. La creación de la Casa de la Juventud, la segunda biblioteca municipal, la Escuela Municipal de Música y Danza y el nuevo centro asociado a la UNED son otros de los proyectos que más satisfacción me producen. Todo lo relacionado con la educación y la cultura es una inversión tan necesaria como rentable. Quizá sus efectos no sean inmediatos, pero sí imprescindibles.

Además, hemos hecho de Parla una ciudad más dinámica y cohesionada con una clara apuesta por el transporte público y logrado algo que, por derecho, nos correspondía: que el aparcamiento del hospital tenga dos horas y media de uso gratuito.

Alguno ya estará criticando el triunfalismo del alcalde. No, por favor. Nos queda muchísimo por hacer. Reconozco que hay problemas de difícil solución para los que no tenemos una varita mágica, pero para los que tenemos que emplearnos, si cabe, con más ahínco. Y para poder darles una solución reclamo la responsabilidad compartida de todos: instituciones (independientemente de su rango o de quién las gobierne), organizaciones, entidades y ciudadanos. Todos tenemos que trabajar para lograr un objetivo común: crear las bases del desarrollo de la ciudad. Porque el futuro de Parla es nuestro futuro.

Entre lo que decía Winston Churchill (“El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso sin desesperarse”) y lo que comentó Colin Powell (“No hay secretos para el éxito. Éste se alcanza preparándose, trabaja arduamente y aprendiendo del fracaso”) elijo la segunda opción. Aprendemos de nuestros errores, nos preparamos para mejorar y no dejamos de trabajar ni un segundo.

¡Feliz 2010!

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Feliz Navidad

Acabo de volver de una de esas visitas impagables, por las que ser uno recibe una recompensa infinitamente mayor que lo que pueda entregar. Esta mañana he estado visitando algunos colegios. Allí me he encontrado a los Reyes Magos rodeados de los niños de Parla. Españoles, magrebíes, sudamericanos, eslavos… todos parleños y con esa sonrisa en los labios que te desarma y te hace reconsiderar las cosas que verdaderamente importan.

Es algo que hago todos los años. Es algo que cada Navidad me sorprende más y cada vez más gratamente. Para mí supone el inicio verdadero de las fiestas. Es como un golpe de atención. Y digo golpe porque, habitualmente, me hace darme cuenta de que tengo que ir corriendo a hacer los preparativos de última hora, los regalos de último minuto y enviar las felicitaciones que dejé aparcadas confiando en que aún quedaba tiempo.

Es el momento de disfrutar de la familia, de los amigos, de los seres queridos. Ése es mi gran regalo de Navidad. Aparcar por un rato los problemas que intentas resolver cada día, tomar oxígeno y dar un abrazo, un beso, a quienes aprecias de verdad, a las personas que son el motor de tu vida.

Decía el dramaturgo austriaco Arthur Schnitzler que “estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida”. Aprovechemos este tiempo. Feliz Navidad para todos y que la disfrutéis con todos los vuestros.

sábado, 19 de diciembre de 2009

Maquiavelo, qué vivo estás

Yo intento gobernar para todos, los menos favorecidos y los más acomodados, los que votaron a mi partido y los que prefirieron otra opción, para los chavales y para nuestros mayores. Aunque esta breve declaración de principios pueda sonar a anuncio de Coca Cola, es algo que nunca pierdo de vista. Gobierno para todos, no para unos colores.

Los que me seguís habitualmente sabéis que en este blog hablo de José Luis López Vázquez, de Tuvalu y el cambio climático o de la Constitución desde un tono más distendido de lo que impone el cargo y menos politizado de lo que se le supone a un alcalde. Hoy me va a costar mantener la línea, pero voy a ello.

El otro día me impactó sobremanera una moción que se presentó en el Ayuntamiento. Un grupo de la oposición pretendía que nos saltáramos la ley, que burláramos el ámbito de las competencias entre las instituciones , que, por un buen fin, justificáramos los medios (¡Ay Maquiavelo, qué vivo estás después de más de 400 años muerto!). Estoy de acuerdo que nuestros vecinos quieren soluciones a sus problemas y nosotros somos el primer buzón de sus quejas. Muchas las podemos solucionar por nosotros mismos, pero otras son competencia del Gobierno regional, nacional o europeo. Proponernos una subversión institucional es algo que jamás había oído.

¿Cómo va el Ayuntamiento a construir un Centro de Salud si eso le corresponde (y lo prometió) la Comunidad de Madrid? ¿A quién se le ocurrió solicitar que las arcas municipales costeen la construcción de un enlace con una autopista de peaje? Y podría seguir. Supongo que lo siguiente (tras burlarnos de la lealtad institucional y del estricto cumplimiento de la ley) sería pedirle al alcalde que el Ayuntamiento construyera un cuartel del Ejército que garantice la soberanía o una línea del AVE que una Parla con Vigo. Lo más importante, para mí, son los parleños no la defensa de unas siglas. ¿Adónde quieren que vayamos a parar?

viernes, 11 de diciembre de 2009

Contribuyendo a un futuro azul y verde

¿Alguien es capaz de decirme (sin mirar antes en un mapamundi) dónde está Tuvalu? Existe, no es broma. Yo lo he buscado y en el mapa que tengo aquí en el despacho no aparece…

Bueno, a lo que iba: resulta que en la cumbre del cambio climático de Copenhague el representante de este país ha puesto el punto sobre la íes de los países ricos y emergentes. Claro, le va la vida en ello. Si, por el calentamiento global, continúa subiendo el nivel del agua su territorio desaparecerá engullido por el mar. Como para no preocuparse.

Ya no hablamos de que nos falte agua, de que haga mucho calor en agosto o de que en diciembre tengamos más días con sol que nevadas. Estamos tratando de la supervivencia de Tuvalu (un paraíso en el que viven poco más de 10.000 almas) y del planeta.

Las grandes potencias contaminantes (China, Japón, Estados Unidos…) deben alcanzar un acuerdo para detener el cambio climático. Pero eso es sólo un primer paso. Lo realmente decisivo es que, cada uno de nosotros, adoptemos medidas para ahorrar energía, para reciclar, para disfrutar del planeta de forma sostenible. Nosotros, cada uno en su vida particular, tiene la clave para que Tuvalu siga existiendo.

La utilización de energías limpias con la instalación de paneles solares como los tenemos en el Ayuntamiento, en el polideportivo Francisco Javier Castillejo, el Nido, en el aparcamiento de Felipe II y que seguiremos colocando en dependencias municipales (por ejemplo, en Parla Natura ya funciona una planta fotovoltaica que permitirá ahorrar más de 600 toneladas de CO2), el impulso a las construcciones sostenibles y respetuosas con el medioambiente, la política activa de creación y regeneración de espacios verdes o la implantación de sistemas de riego inteligente que ahorran agua son algunas de las pequeñas medidas que desde el Ayuntamiento tomamos para contribuir a que el cambio climático no se haga realidad.

Pero si de algo me siento orgulloso es de nuestro transporte público. El tranvía es un medio ideal para combatir las emisiones más contaminantes. De hecho hemos marcado tendencia y muchas ciudades españolas se han decantado por este eficaz y limpio medio de transporte. A ello hay que unir que casi la mitad de la flota de vehículos de medioambiente funcionan con gas, mucho menos contaminante que los vehículos de gasoil o gasolina.

Además, intentamos concienciar a los más jóvenes de la importancia del reciclado. Son ellos, los niños del siglo XXI, los que más sufrirán las consecuencias del calentamiento global, pero los responsables son ellos y, especialmente, nosotros. Responsables y culpables, si no actuamos ya, de que Tuvalu, un grupo de islas en un atolón del Pacífico (por fin lo encontré, gracias a Internet), se convierta en una diminuta huella que había en los mapas del pasado.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Constitución de 1978. 31 años de consenso y diálogo

Un año más todos los españoles, todos los demócratas nos unimos para celebrar el nacimiento, la fortaleza y la vigencia de la Constitución Española.

La Constitución más sana y longeva de la historia de España cumple 31 años. Tres décadas de logros, de retos superados, de escollos librados por todos los españoles a base de diálogo y entendimiento. Algo que nunca había sucedido en este país. Heredera en parte de las normas de 1812 y 1931, la Constitución del 78 es, sobre todo, un marco de referencia que nos dimos los españoles sin excluir a nadie de la otra España. Dicho de otro modo, por primera vez, nadie impuso a nadie las reglas de juego. La inmensa mayoría las aceptó hace 31 años y ahora las sigue aceptando.

Estas palabras pueden sonar huecas si no somos capaces de escapar de la sana pugna diaria. Si miramos con perspectiva, la cultura de derechos, la cultura del respeto y la cultura de la protección de esos derechos supone un éxito colectivo del que sólo nos podemos sentir satisfechos, aunque no conformes.

Los avances que hemos experimentado en Sanidad o en Educación, y que tienen sus referencias claras en artículos de la Carta Magna (43, 27…), son tan formidables que nos los podemos olvidar. La cobertura sanitaria en nuestro país es universal, que un tercio de los hijos de padres con estudios mínimos alcancen la universidad o que la educación sea obligatoria y gratuita hasta los 16 años son pilares de la nueva sociedad que surgió, que entre todos hicimos que naciera, en 1978.

Ahora bien, no quiero ser conformista. Sabéis que no lo soy y menos ahora. Hay mucho camino por recorrer en Sanidad (listas de espera, saturación de urgencias…), en Educación (tasa de abandono de estudios, resultados del informe PISA…), en políticas sociales y de atención a los menos favorecidos (desarrollo de la Ley de Dependencia)…

Para concluir quiero incidir en dos puntos en los que no podemos parar. La igualdad de la mujer y la integración de los inmigrantes. En Parla nadie es extranjero. Esta es mi firme convicción y trabajamos desde el Ayuntamiento todos los días para que sea cierto en todo tiempo y circunstancia. Y sobre la igualdad de la mujer hemos dado grandes pasos, pero aún hay situaciones como la violencia de género o las diferencias retributivas en el trabajo entre hombre y mujeres nos impulsan a seguir esforzándonos en este terreno. Hagámoslo todos, por favor, porque esta Constitución es de todos, sin exclusiones.