jueves, 26 de agosto de 2010

La suma de todos (y 3)

Una vez escuché a Luis Rojas Marcos, uno de nuestros doctores (psiquiatra) más internacionales, que decía que ‘viajar es una buena forma de aprender y de superar miedos’. Acabo de volver de una breve visita por el País Vasco, sitio al que siempre apetece volver. El caso es que como uno no puede desconectar ni cuando se toma un txikito, es uno de los males que afectan al político, pues leí con asombro varios periódicos que se publican en Euskadi. Leí los llamados diarios nacionales y los regionales o locales y en todos aprecié con sana envidia un detalle sorprendente. Los ayuntamientos tienen mucho más peso mediático que en Madrid.

Un amigo periodista me dice que una razón es que en estos periódicos pesa más lo local, lo más próximo, que en los llamados diarios nacionales, que son los que se hacen y leemos en Madrid. Pero pude constatar que, siendo cierta esa consideración, hay una forma de hacer política en la que los consistorios son más escuchados, son más valorados. Y eso, creo que nos debe mover a la reflexión tanto a los periodistas como a los políticos. Por no meterme donde no me llaman dejo a los periodistas que reflexionen, si quieren. Desde el punto de vista de la política me parece extraordinario que, por ejemplo, desde la Consejería de Sanidad del Gobierno Vasco se esté sopesando cómo dar más competencias a los ayuntamientos en materia de Sanidad. Esto ya está en estudio en una nueva ley nacional, pero desde el gobierno de Patxi López se sopesa las opciones de mejorar el trato al ciudadano dando competencias a los consistorios, las administraciones locales más próximas al vecino. ¿Se imaginan algo similar en la Comunidad de Madrid, donde se está desmantelando paulatinamente el sistema público de Salud?

Dejadme que ponga otro ejemplo. El ‘ararteko’, es decir el Defensor del Pueblo del País Vasco, pedía a las administraciones una mayor implicación en el cuidado a los mayores y pedía aumentar los recursos para cumplir con los objetivos de la Ley de Dependencia. Aquí en Madrid no tenemos defensor del pueblo, tampoco nos sirve la Ley de Dependencia, simplemente porque se ignora.

Me da envidia, qué queréis que os diga, que se encaren los problemas con tanto acierto. Aquí en Madrid, plantear algo similar es clamar en el desierto. Y todo por un asunto de color político. Ver cómo hay turismo de la dependencia, como se ha bautizado, es lamentable. Tener que empadronarse en Almería o en Toledo para poder acceder a las ayudas de la Ley de Dependencia porque en comunidades gobernadas por el PP hay una voluntad política de no cumplir una ley en vigor es algo que atenta contra la regla más básica del juego. Lo peor es que lo pagan los ciudadanos, ésos que nos pagan a los políticos.


Es verdad, viajando se aprende que la política se puede hacer en letras mayúsculas o en blanco y negro. Algunos podrían ir tomando nota, aunque sólo fuera de sus eslóganes, y asumir que entre todos sumamos más.

jueves, 19 de agosto de 2010

La Suma de todos (y 2)

Sanidad y educación, con las cosas de comer no se juega. Los que leéis habitualmente este blog, sabéis que esos dos pilares son básicos en mi ideario político y de gestión. Con esas cosas no se negocia. Y por eso escribo esta nueva entrega con el título de la anterior. La razón: la Comunidad de Madrid está atentando contra las posibilidades educativas de nuestros más pequeños, como ya os comenté. El gobierno de Aguirre, como os voy a mostrar ahora, juega con la salud de todos nosotros. En dos semanas, nueve personas han visto cómo la reducción de personal en el servicio de UVI móviles (las ambulancias requeridas ante las situaciones más urgentes) ha puesto en riesgo su salud. Es un hecho, por mucho que la Comunidad trate de taparlo con palabras, que el servicio de ambulancias de urgencia ha sufrido una merma de efectivos. Esta merma no es coyuntural, como dicen. No es porque estamos en verano, es porque la empresa que presta el servicio propuso un ERE por el que despedía a la mitad de su plantilla. Ese expediente de regulación de Empleo fue aceptado por la Comunidad de Madrid. Con la mitad de personal, la asistencia es inferior, por mucho que el Gobierno de Aguirre intente desviar la atención.

¿Cómo se explica, si no, que en nueve ocasiones una patrulla de la Policía Local o coches privados hayan tenido que realizar el trabajo que debería hacer una UVI móvil? La consejería de Sanidad arguye, con su típico ataque infantil de “y tú más”, que el Ayuntamiento de Parla retiró el servicio de ambulancia que tenía. Es verdad que teníamos una ambulancia municipal, pero no era un UVI y, además, carecía de sentido duplicar recursos cuando se abrió la base de emergencias en el Hospital de Parla con un servicio de UVI y helipuerto incluido. Es a la Comunidad a la que le corresponde atender la sanidad y si disminuye la calidad de este servicio imprescindible debe asumir esa merma y explicarla a los ciudadanos. Basta ya de echar balones fuera. Es inadmisible el juego de espejos que emplea el Gobierno de Aguirre para traspasar sus responsabilidades a otros. En Parla no lo vamos a permitir porque somos ciudadanos tan de primera como los de la Puerta del Sol.

¿Se responsabilizará Aguirre de los posibles daños que sufran los vecinos de Parla y de municipios cercanos por la falta de este servicio imprescindible? ¿Cómo explicará que su suma de todos se convierta en la resta de derechos de unos pocos?

lunes, 9 de agosto de 2010

El triunfo de la razón

Estamos en boca de todos. Durante las últimas semanas los socialistas de Madrid hemos sido objeto de un diagnóstico por cualquier médico de la política y el resultado es que ha triunfado la razón. Habrá primarias para decidir quién será el candidato que obligue a Aguirre a hacer mudanza y dejar la Puerta del Sol. Ha triunfado la razón porque ése es el sistema que los socialistas nos dimos hace mucho tiempo. Una fórmula que potencia la democracia, que nos hace más fuertes y que muestra que somos un partido moderno. Si hay dos compañeros que se sienten llamados a liderar un proyecto, las primarias son la salida más lógica. Otros atajos supondrían cambiar nuestras propias reglas en mitad del partido y esos caminos alternativos pocas veces tienen buenos resultados.

Tomás Gómez está legitimado desde hace mucho tiempo para ser el candidato que acabe con el desgobierno de Esperanza Aguirre. Tomás llegó a ser candidato a la alcaldía de Parla a través de unas primarias y llegó a ser Secretario General del PSM tras un proceso similar. Así que, en ese sentido, Tomás es uno de nuestro líderes más democráticos. En eso pocos le pueden dar lecciones.

Los que prefieren otro candidato (Trinidad Jiménez) argumentan que Tomás tiene menos posibilidades. Eso es igualmente discutible. Tomás ya sabe lo que es doblarle el pulso a Aguirre. Por ejemplo, con el hospital de Parla. Tomás conoce el terreno de la Comunidad de Madrid como pocos. En ese proyecto sólido, sosegado, sostenido, se basan buena parte de las posibilidades de los socialistas en Madrid. Un candidato que, por utilizar la terminología de Gregorio Peces Barba, no aterriza desde fuera. Fórmula ésta que no garantiza el éxito, según los precedentes que ya conocemos.

Tomás Gómez, además, ofrece una gestión excelente en Parla y como Secretario General del PSM ha logrado en tres años una formación más cohesionada, más fuerte, con más posibilidades. Allí donde otros fracasaron Tomás ha salido reforzado. ¿Porqué negarle sin más la opción legítima y lógica de ser candidato a la Comunidad de Madrid?

Yo, como amigo de Tomás, sólo puedo apoyarlo. Yo, como colaborador durante muchos años de Tomás sólo puedo expresarle mi gratitud y decirle que me siento honrado con la confianza que me mostró y me muestra. Yo, como un socialista más, creo que Tomás se ha ganado con holgura la posibilidad de ser el candidato que le prepare las maletas a Aguirre. Por eso sólo puedo darle mi respaldo y que la democracia haga el resto. Todos ganaremos, porque para empezar, ya ha triunfado la razón.

martes, 3 de agosto de 2010

Comunidad de Madrid, ¿la suma de todos?


Desde hace ya tiempo, la Comunidad de Madrid, la de Esperanza Aguirre, decidió que lo importante era aparentar y, si era necesario tergiversar. Poco menos que elevar a la categoría de política la frase de Groucho Marx: “¿A quién va usted a creer?, ¿a mí, o a sus propios ojos?”. Así se debió de inventar ese eslogan de ‘Comunidad de Madrid, la suma de todos’. El problema del gobierno de Aguirre y del PP es que los hechos son tan tozudos que les dejan en mal lugar y, a veces, en peor.

Hace un par de días, Ana, una parleña de nuevo cuño (me contaba que lleva en el municipio, en Parla Este, desde hace dos años y poco) me preguntaba con mucha preocupación qué ocurría con la gestión de las escuelas infantiles. El rumor ha corrido entre los padres ante las nuevas e incomprensibles adjudicaciones que ha hecho el gobierno de Aguirre. ¿Una empresa de catering va a hacerse cargo del cole de mi niño?, me decía alarmada. Pues, con matices, sí. Así es.

La empresa que gestionará desde septiembre cinco de las seis escuelas infantiles de Parla carece de experiencia en el sector educativo. Lo más cerca que han estado de un colegio es para realizar la limpieza o completar el servicio de hostelería. Vaya, es algo así como concederme a mi crédito en teología porque me apellido Fraile. Pero la cosa, aún es más hilarante.

Aguirre ha decidido que a la hora de elegir quién va a formar a los más pequeños lo que más valora es que haga una buena oferta económica. Si los educadores son buenos o malos, si están más o menos formados, eso no pesa en la decisión ni un 10%. Y lo que es peor, el proyecto educativo si tiene una valoración muy deficiente, tampoco importa. Lo que vale es la oferta económica. Personalmente, hablar de oferta económica en un asunto de educación infantil me parece una obscenidad. Tratamos de la educación (un valor innegociable) de nuestros niños. Si eso entra en el terreno del mercadeo todo el sistema amenaza ruina.

A eso juega Aguirre y el PP, que aquí en Parla ha votado en contra de nuestras propuestas (apoyadas por Izquierda Unida) de mejorar la calidad de la educación en todos los terrenos y la necesidad de olvidarnos de que las rebajas lleguen a este ámbito.
En resumen, y visto lo visto, la suma de todos significa para Aguirre que la suma le salga en sus cuentas, a costa de todo y de todos. Bonito eslogan.