viernes, 25 de marzo de 2011

La Hora del Planeta, la hora de todos

“Como si eso sirviera para algo”. Así de escéptico se mostraba ayer un empleado con el que coincidí en la máquina del café. Estábamos hablando del tiempo, que es una locura, que ahora llueve, que luego hace un calor de espanto, que ando con un medio resfriado tres semanas, que… “Si es que nos estamos cargando el planeta”, me dice.
Y me dio por preguntarle, “entonces, ¿el sábado apagarás las luces de casa en la Hora del Planeta?”. Se volvió y me miró como si no me conociera. “Como si eso sirviera para algo. Además, estaré en casa de mis suegros”, me espetó, cogió su café y se fue. No me dio tiempo ni a asimilar la correlación entre el ahorro de energía y el convivir unas horas con los suegros ni a contestarle.

Pues claro que sirve para algo. No por el ahorro en sí, que también, si no para mostrar que somos conscientes de que hay que caminar hacia un modelo más sostenible. Parla es una de las casi 200 ciudades españolas que se han adherido a este acto mundial reivindicativo. Nosotros, por cuarto año, apagaremos entre 20.30 y 21.30 horas las luces de los edificios municipales, de las fuentes, de los parques… y animamos a los parleños que hagan lo propio en sus hogares.

Hay que concienciar. Saber que nuestro crecimiento debe de ser sostenible y por ello hemos apostado en Parla desde hace mucho tiempo. Nosotros impulsamos la implantación de un transporte limpio como el tranvía, hemos apoyado siempre el uso del transporte público y hemos aplicado planes de eficiencia energética. Estos son hechos y hechos coherentes con acciones como las de este sábado.

Este Ayuntamiento, por ejemplo, está trabajando para que se coloquen en edificios públicos placas solares fotovoltaicas. En el municipio hay casi 700 ya instaladas y esperamos que sean muchas más en breve. Es una energía limpia, sostenible y con futuro. Este Consistorio apoya planes de movilidad respetuosos con el medioambiente, como la construcción de carriles bici; o la recogida selectiva de residuos, que nos permite contaminar menos y reutilizar más.

Todas estas acciones que hemos puesto en marcha y otras que seguiremos implantando nos permiten sumarnos a iniciativas como la Hora del Planeta sin temor a que nos acusen de demagogos. Ahora bien, asumamos que el consumo energético es un problema al que debemos hacer frente. No seré yo el que saque el fantasma de la energía nuclear a debate. No es el momento. Pero sí que reclamo un debate sereno, abierto, transparente y moderno de nuestro sistema de producción energética. Sin prejuicios, pero sin minimizar riesgos ni costes. Eso es lo sensato. Como es sensato sumarse a La Hora del Planeta, en definitiva, la hora de todos.

viernes, 18 de marzo de 2011

Estamos en campaña, lets go!

Nadie lo puede ya negar. Estamos en los albores de la campaña electoral. "Alcalde, dales caña", me decía esta semana un vecino que acudió a la presentación de la página web que como candidato he puesto en marcha. No es mi estilo. No me siento cómodo diciendo que tal o cual falta a la verdad, que este o ese es incoherente en sus peticiones o postulados, que Pepito o... En realidad, lo que a mi me gusta de estos periodos es poder explicar con sosiego lo que hemos hecho y lo que queremos hacer.

Me gusta ser alcalde de mi ciudad. Y me gusta por tres razones: porque puedo ayudar a mis vecinos; porque me gusta ser útil y servirles; porque creo que Parla ha dado un salto cualitativo sin precedentes y puede seguir mejorando. Mi objetivo es que Parla siga mejorando, que progrese, que disfrute de mejores dotaciones e infraestructuras, que vivir en este municipio sea cada vez mejor y más fácil.

Pero de este periodo me incomoda ver a mi ciudad convertida en diana porque el anterior alcalde, del que me siento orgulloso como la inmensa mayoría de los parleños, se ha convertido en el objetivo mediático de los acólitos del neoconservadurismo. Me molesta el tono suburbial de algunos políticos, en especial cuando lo aplican a calificar a personas que trabajan por este municipio. Me irrita el cenagal en que algunos han convertido la política con un solo objetivo: arañar unos pocos votos.

Por eso quiero hacer una campaña en positivo, asumiendo las críticas que toda gestión genera, pero críticas basadas en hechos y no en especulaciones, insultos y falsedades. Yo, parafraseando al inolvidable Paco Umbral, he venido aquí a hablar mi Parla, de la ciudad en la que crecí. De cómo hemos progresado, en especial en la última década. Mientras unos especulaban, otros decidimos pedir un hospital, construir un tranvía, multiplicar la oferta deportiva y cultural, modernizar las infraestructuras... Y todo eso sin dejar a nadie fuera por su color de piel, su procedencia o su lengua.

Este modelo de integración y modernidad es un logro de todos los parleños. El insulto, la mofa, la farsa son armas que no sé usar y que me repugnan. Yo me alejo de todo eso y me acerco al futuro, a lo que imagino que será Parla en unos años: un referente de esta Comunidad. Yo estoy aquí para seguir trabajando por vosotros, para conseguir que Parla siga progresando, porque como dijo Teresa de Calcuta "el que no sirve para servir, no sirve para vivir".

viernes, 11 de marzo de 2011

11 M: No olvido

Hoy se cumplen siete años del cobarde atentado de Madrid. Un 11 de marzo que perdurará tristemente en la memoria de todos por la brutalidad y crueldad que mostraron contra indefensos ciudadanos unos asesinos sin conciencia.

Fue un día negro para todos nosotros: para las familias y amigos de las víctimas, para los madrileños, para el conjunto de la gente de bien. Un día de dolor, de incertidumbre, de llamadas telefónicas y miedo y rabia contenidas.

Casi 200 muertos y más de 1.500 heridos, algunos de ellos vecinos nuestros, son el lamentable saldo de esta acción criminal. Ninguno de nosotros podía imaginar, hasta ese momento, que unos desalmados fueran capaces de provocar tal barbarie.

Todas las victimas están hoy, igual que han estado siempre, presentes en nuestra memoria. No olvido. No olvidamos. No podemos olvidar. Y tampoco podemos perdonar la vileza de este acto que agredió directamente a nuestro corazón y nuestra conciencia.

Lo único que consiguieron con su intento de imponernos el terror fue unirnos más como personas, reafirmar nuestra firme convicción de que la violencia no es el camino, de que la destrucción no va a conseguir doblegar a quienes hemos elegido libremente la convivencia en paz.

Hoy, siete años después, podemos afirmar con rotundidad que no consiguieron su objetivo, que su presencia está camino de la extinción, que no tienen razón de ser y que el tiempo, que se agota para ellos, va a darnos la razón.

Me siento triste, sí, pero al mismo tiempo orgulloso de formar parte de esa gran familia en que nos hemos convertido los que estamos del lado de la vida, de los que repudiamos el fanatismo y no acatamos la intimidación.

Porque sabemos que en nuestro corazón y en nuestra memoria reside la razón. Un enorme abrazo a todos.

martes, 8 de marzo de 2011

80 años después, aún hablamos de igualdad

Fue en 1931, fue hace 80 años cuando las españolas conquistaron lo que por derecho les correspondía, el derecho al voto. Hoy en día, nadie se atreve a negarle a la mujer su derecho a acudir a las urnas. Sin embargo, todavía muchos atropellan la razón al no aceptar la igualdad de sexos. Aún tenemos que hablar de igualdad y de libertad, como ejes de un proyecto progresista.

Hoy, en nuestra sociedad tan moderna y civilizada, las mujeres españolas cobran un 20% menos que los hombres por realizar el mismo trabajo. El paro femenino es muy superior al masculino. Y, mayoritariamente, es la madre la que se encarga de la casa, de los niños y del cuidado de los mayores y dependientes. Como antes.

Ahora, en nuestra sociedad liberal y avanzada, administraciones públicas como la Comunidad de Madrid, presidida por una mujer que celebra el Día de la Mujer, "invita" a las mamás a quedarse en casa en vez de acceder al mercado laboral. No facilita la inserción de la mujer al trabajo fuera del hogar porque no ve necesaria la gratuidad de la enseñanza de 0 a 3 años. Las opciones son pocas para estas mujeres: pagan un dineral por que su hijo esté en una escuela infantil privada, se encomiendan al destino para conseguir plaza en una de las escasas escuelas públicas o se quedan cuidando del niño o niña en casa. Una última alternativa es recurrir a los abuelos.

Defendamos la igualdad efectiva. Impulsemos una educación gratuita, universal y de calidad de 0 a 3 años en la que poco importe si trabajan o no los dos padres. Porque en la Comunidad de Madrid se discrimina a las familias que tienen un miembro en paro desestimándolas en la carrera para acceder a una plaza en una escuela pública. Así, en la mayoría de los casos conseguiremos que las mujeres sacrifiquen su carrera laboral.

Educación para los más pequeños y libertad de elección para las mujeres, que puedan elegir un trabajo como los hombres sin la cortapisa del cuidado de los niños. Asumamos que la conciliación de la vida familiar y laboral es un logro irrenunciable de nuestra sociedad.

Hay quienes hablan mucho de igualdad, pero luego miran para otro lado cuando deben predicar con el ejemplo (listas paritarias, igualdad de oportunidades...). No podemos consentir que viejos atavismos encadenen a la mujer al mandato del hombre. Hace 80 años los españoles y españolas dimos un paso sin retorno. Completemos ahora el camino y recorramos juntos el trecho que todavía separa a hombres y mujeres. Y todo por una sola razón: porque somos iguales.

viernes, 4 de marzo de 2011

Parla, un referente, una ilusión, un compromiso

Es hora de examinarse. Los políticos, al menos es como yo lo veo, pasamos todos los días un examen, el de la propia conciencia cuando apoyamos la cabeza en la almohada. Pero hay otro tipo de aduana por la que pasamos cada cuatro años. No voy a hacer más referencia al acto que tuvimos el pasado domingo más que para agradecer todo el cariño que me mostraron mi amigo Tomás Gómez y el presidente del Congreso, José Bono. Sus palabras sirvieron para arropar este proyecto que, desde aquí, promete un nuevo impulso.

Parla ya es un referente, pero queremos que esta ciudad sea un referente privilegiado. Referente en materia de empleo. Que los 130 millones de euros largos que las empresas han invertido aquí, se conviertan en muchos más. Ese va a ser nuestro desvelo. Impulsar el empleo, la creación de empresas, la generación de riqueza, el minimizar las brechas sociales, el ser solidario con el menos favorecido. Insisto, todos los parleños han hecho de esta ciudad un icono de progreso. Ahí están nuestras infraestructuras educativas, sanitarias, de transporte... Ahora toca convertirnos en referente privilegiado de la creación de empleo, y de empleo de calidad gracias a nuestros esfuerzos en formación.

Pero, además, tengo una ilusión que quiero compartir con vosotros. En estos años, me habéis enseñado que entre todos somos capaces de lograr los objetivos más ambiciosos, de crear una ciudad integradora, de progresar en todos los órdenes. Esos son los valores de Parla, el trabajo, el esfuerzo, el sacrificio. Y todo como fórmula para alcanzar el éxito. Mi ilusión es que todo esto no cambie, que no nos deslicemos por el logro fácil por atajos poco recomendables. Mi ilusión es ver, tal y como me habéis demostrado, que os sentís orgullosos de pertenecer a esta gran ciudad.

Y por ello, adquiero en estas líneas un compromiso con vosotros: trabajar, trabajar y trabajar para mejorar, para progresar, para modernizar Parla. Yo solo no puedo lograrlo. Para ello cuento con mi gente, con los que han derrochado esfuerzo e ilusión y con los que se incorporan para aportar sus ideas renovadoras y su impulso rejuvenecedor. Me comprometo con vosotros a seguir empleando mis fuerzas contra los que nos niegan su ayuda; me comprometo a sumar mi esfuerzo al de los mejores parleños y parleñas; me comprometo a que vuestro orgullo por Parla no se vea defraudado.